Te mueves dulcemente, como esos contoneos de cierto interés. Mis ojos, ciegamente te siguen. Ellos quieren comerte, lentamente.
Seguir tus pasos con el trazo que proyectas, comer tus rectas y esa curva de tu boca cuando se pronuncia al sentirme cerca.
Movernos en un revoloteo silencioso lleno de argumentos.
uno mismo
-
Enamorada
de mí
y quizás
también de ti.
Yo,
en un hilo,
sujeta por mi
misma.
Quieres ser mi sombra.
No quiero que lo seas.
Que no creo
en las medias p...
¡Cuánta pasión!
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