A veces puedo evadirme y pensar; pensar en frío sobre lo que representas.
Esas veces lo veo claro. Tus mentiras se disfrazan de medias verdades y todo alrededor parece ser lo que no es.
No
sé quién eres y tampoco puedo imaginar lo que puedes hacer. En mi mente
sólo hay confusiones proyectadas que se alargan hasta el inicio de lo
"nuestro".
Lo nuestro, nunca ha sido eso.
Nunca ha habido algo entre los dos... -nada verdadero-
Hay un lado de alivio y otro de tristeza. Y a día de hoy, no sé si eso es bueno para obtener la salvación.
Quizás
he sido yo, aunque pesando sin tu presencia, todo indica que has sido
tú. Tú el que ha pintado acciones de color verdadero para después dejar
borrones en blanco y negro.