Sí, tenías razón;
el deseo tiende a deformarse en necesidades que marcan una distorsión acelerada de lo que queremos.
por ello,
yo,
deseo que no vuelvas.
el deseo tiende a deformarse en necesidades que marcan una distorsión acelerada de lo que queremos.
por ello,
yo,
deseo que no vuelvas.
Y, no será por poner
distancia,
sino por mantener mi alegría
intacta.
distancia,
sino por mantener mi alegría
intacta.
A veces decimos las cosas en voz alta, o las escribimos en público, con el secreto anhelo de que eso las espante. Que a su mero sonido surta efecto como sortilegio liberador y que no se cumpla lo citado. Con lo cual me atrevería a aventurar que no desearía con tanta vehemencia como firmas una ausencia de quererla realmente.
ResponderEliminarOh! me ha encantado esta entrada. un beso grande grande guapa
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