A veces lo pienso y parece una paradoja irreal, sin embargo hay palabras que son capaces de expresar lo que sentimos aunque sea de nosotros mismos.
Echo de menos una vida que pensé que sería fácil y llena de sonrisas. La vida es tan dura en ciertos momentos que todo gira a un compás distinto de nuestras esperanzas cuando pasa el tiempo y todo lo que te va marchitando sigue haciéndolo de igual manera. Todo lo que crees que cambiara va tomando el mismo camino y todas las oportunidades brindadas son tiradas a la basura y con ellas tus esperanzas de que un día nadie volverá hacerte sentir como ahora.
Todo sería demasiado fácil si pudiésemos pintar los días de algún color o mejor aún si pudiésemos pintar el día del color que necesitamos sentir, pero eso como ya he dicho sería demasiado fácil para ser verdad, y nada lo es. Pero sería algo maravilloso tener un estuche con mil colores y una gran goma de borrar para eliminar o rectificar aquellas cosas que nos hacen tambalearnos... y si tengo que soñar despierta desearía poder borrar el odio de ciertas miradas, borraría los gritos sonoros que rompen grandes o pequeños momentos así como las lágrimas que a veces sin avisar aparecen y con ellas las ganas de desaparecer, poder volvernos transparentes en el momento idóneo con sólo desearlo...

Y aunque sea triste escribir estas palabras echo de menos mi propio reflejo, en ocasiones me envuelvo de un caparazón duro y quizás demasiado frío; en ocasiones como hoy echo de menos mis propios sueños donde hay un botón "play" y todo sigue hacía delante sin nada que me rompa por dentro nada que dañe mi frágil corazón. Nada que me deje en el subsuelo de una realidad llena de paradojas, pero eso sería pedir demasiado y tal y como dicen "los sueños, sueños son".